

Sesión 1:
Hoy he conocido al recluso número 1742893
Tiene una personalidad muy introvertida para el perfil que dicen que posee. Le cuesta interactuar conmigo. Está claro que hay algo que le preocupa pero necesito que se exprese para saber sus emociones. No soy partidario de que los funcionarios de la prisión “diagnostiquen” a los reclusos. “Asesino sin escrúpulos” ponía en su ficha. No creo que sea así, sino no estaría aquí...
Sesión 2:
Hoy el paciente López se ha puesto muy nervioso cuando me he referido a él como el recluso nº 1742893. Dice que no es un número que es una persona. Parece bastante inteligente para la edad que tiene. Al menos he conseguido llamar su atención y ver algo de él. La rabia no es algo que quería que saliera tan pronto pero eso significa que tiene la capacidad de expresar emociones y podemos ir descartando problemas.
Sesión 3:
Hoy le he mostrado los periódicos. Con la mano temblorosa los ha dejado sobre el diván. El paciente López ha comenzado a abrirse. Ha repetido una y otra vez que él no quería pero que los recuerdos le están matando. Le he preguntado que qué recuerdos pero quedó en un bucle, encogido entre sus piernas ,mientras susurraba “Esta noche no, esta noche no”. Me preocupan esos recuerdos, no sé si son una paranoia provocada por algún tipo de esquizofrenia o si son reales.
Sesión 4:
He decidido probar la hipnosis en la próxima sesión. El paciente tiene problemas para rememorar y cada vez que lo intentamos se vuelve agresivo o se pone muy nervioso por lo que he decidido inducirlo en un plácido sueño para evitar posibles agresiones hacia mi persona, y a él mismo. He cogido un antiguo reloj de bolsillo para llevarla a cabo.